miércoles, 31 de mayo de 2023

Ovejas negras de porcelana. Cuando el origen de la exclusión está en el entorno familiar de ecolares.



A través de los ojos de mi hija y de mi hijo, y mi capacidad de observación, he ido trazando una serie de deducciones entorno a ciertas agresiones emocionales que se producen entre escolares.

Me gustaría aclarar antes de empezar que he observado que en materia de acoso entre escolares se mantienen roles de género (aquí hay un buen melón que abrir también), lo que me obliga a indicar que la experiencia concreta que voy a compartir a continuación la he advertido en grupos de niñas, y por esto me decanto por el uso del femenino en el cuerpo del texto.

He observado niñas que sienten satisfacción promoviendo de forma silenciosa la exclusión de otras niñas; así como niñas que se sienten reconfortadas cuando son otras las que son excluidas, lo normalizan rápidamente y trabajan en el mantenimiento de esa exclusión. Estas niñas suelen encontrar la pertenencia al grupo a través de la exclusión y la posesión.

He observado en primera persona madres y padres disuadiendo a sus hijas de estar con determinadas niñas, bien por motivos que pueden responder a exclusión de carácter social ("niñas que no son adecuadas para mi hija por cuestión de estatus" (deben ser descendientes de la pata del Cid)), o por motivos que pueden responder a envidias ("niñas que tienen ciertas cualidades o capacidades normalmente no convencionales que ensombrecen la perfección convencional de mi hija").

He observado que la intromisión de esas madres y padres es mayor en los casos de niñas individualistas y con competitividad tóxica. Estas madres y padres son una gran minoría, pero se convierten en un importante agente distorsionador de la convivencia entre escolares en un ambiente en el que, por lo general, no están tan protegidos como en sus entornos familiares. Sin embargo, no conozco herramientas de contraste por parte de los centros escolares frente a estas intromisiones.

School Time. Elliott Robinson. 1864

He observado como estas niñas están adiestradas para considerarse líderes a toda costa, lo que las convierte en figuras de liderazgo negativo. Están adiestradas para considerarse mejores -en lo convencional-, lo que provoca la no tolerancia a la frustración y el endurecimiento de sus políticas de exclusión a todo lo que se ponga por delante, aspecto que es aplaudido por esas madres y padres entendiéndolo como parte del rol de líder impepinable de su hija.

He observado la frágil protección de la que goza el círculo próximo a la líder -que suele constituirse como séquito-, basada en un supuesto de pertenencia. Y cómo esas otras madres y padres de las pequeñas copromotores de la exclusión se sienten aliviad@s por esa falsa inclusión y deciden no mover ficha. Incluso sintiéndose reconfortad@s si la afectada es una de esas niñas inadecuadas y/o peligrosamente brillantes.

Todo esto se produce en un entorno de exclusión silenciosa. De estas niñas (promotora y copromotoras de la exclusión) se espera la perfección en lo convencional, por lo que no dejan huella física en las agredidas, ni levantan la voz para descalificarlas públicamente. Las copromotoras ni tan siquiera miran o se acercan a la agredida, es un privilegio de la líder si procede.

La maniobra de exclusión se teje lejos de las agredidas. Se emplean embustes y sobornos para fundamentar la exclusión, en poco tiempo la distancia entre el perfecto grupo convencional y la agredida de turno es enorme.

La agredida no puede enfrentar esto de forma objetiva. Nadie le ha pegado, nadie le ha insultado, sólo tiene la impresión de que nadie quiere su compañía. En el mejor de los casos es capaz de verbalizar esa impresión y transmitirla en el colegio o en casa.

He observado maestr@s sensibles a esta situación de agresiones, y que lo manejan no sin dificultad. Recordemos como el mayor agres@r no es un@ escolar, son es@s madres y padres ante l@s cuales las niñas rendirán muchas más cuentas que a la maestr@ de turno. También he observado maestr@s que desde una postura cómoda desvían la atención recordándole a la agredida que nadie le ha pegado o insultado.
Three Girls on a Swing. John G. Brown. 1868

Los intentos por parte de cualquiera de los dos perfiles de maestr@ por incluir a esa niña son frágiles, ya que, recordemos, l@s agresor@s reales son adult@s y operan en remoto. La convivencia forzada, a través de juegos, que promuevan es@s maestr@s es falsa. La agredida se sentirá incluida a duras penas. Sabrá que le permiten participar en el juego porque es la actividad propuesta en ese momento por la maestr@, ya que las agresoras se muestran obedientes como parte de su rol de perfección convencional, pero no empatizarán, y es posible que durante la actividad propuesta aparezcan formas de burla a modo de miradas, secretitos, u otras acciones silenciosas que incomoden a la agredida. La agredida que aun mantenga fortaleza lo denunciará en ese momento al maestr@, pero dependiendo del crédito que le de el maestr@ se puede ver afectada por a una pérdida de fortaleza o autoconfianza.

Observo una relación lógica entre modos de educar/criar y potencialidad para convertirse en una silenciosa agresora o coagresora (suelen ser perfiles diferentes), pero no observo voluntad para interferir en el daño que pueda ocasionar estos comportamientos adultos sobre hij@s ajenos.

La conclusión que saco es que es más cómodo, fácil e inmediato adiestrar a una hija para ser la mejor en convencionalismo caiga quien caiga, o, en el caso de niñas más mediocres en lo convencional, adiestrarlas para rechazar a las ovejas negras y así garantizarse un puesto dentro del redil; en lugar de acompañarlas disfrutando de esas imperfecciones que las hacen brillar. Pero esto segundo es una carrera de fondo agotadora, cuya cosecha brota después, más tarde, y solo la confianza en tu modo de educar/criar te salva. Es ella (mi hija) quien se encarga de mostrarme, cuando procede, que puede enfrentar esas situaciones con más soltura, ya no de la que yo esperaba de ella, sino de la que espero de mi misma.

Sin embargo esta discusión tiene una continuación optimista. Observo niñas que encuentran la pertenencia en la inclusión y el respeto. Niñas que sobreviven a situaciones de exclusión con el apoyo incondicional de sus iguales. Niñas que se posicionan en función de sus propias experiencias eligiendo no castigar a cambio de una falsa pertenencia, pese al riesgo de exclusión que ello conlleva. Niñas que dan lecciones a es@s otr@s adult@s. Unas pequeñas ovejas negras de porcelana.

domingo, 15 de marzo de 2020

CIBERCUENTO: Fantasía y Pesadilla PARTE 3 (día 2 del confinamiento)


Hicieron las maletas y se fueron cada una por su lado, no sin antes darse un fuerte abrazo.

Perdidas las hermanas encontraron cada una un libro en su camino, y  ambas lo tomaron en su mano.

Fantasía, cansada, llegó a un campo de amapolas y decidió pasar allí la noche.

Mientras tanto, Pesadilla había encontrado una cálida cueva donde decidió pasar la noche.

Fantasía y Pesadilla - Día 2 del confinamiento
Continuará...

No te pierdas:

PARTE 1http://mamoamimama.blogspot.com/2019/09/cibercuento-semana-1-fantasia-y.html

PARTE 2http://mamoamimama.blogspot.com/2019/09/fantasia-y-pesadilla-semana-2.html

sábado, 28 de septiembre de 2019

CIBERCUENTO: Fantasía y Pesadilla PARTE 2

Anteriormente: http://mamoamimama.blogspot.com/2019/09/cibercuento-semana-1-fantasia-y.html

... Al salir el sol las dos hermanas fueron a desayunar.

Como cada mañana Pesadilla contaba el mismo chiste a Fantasía.

- "Iban dos y se cayó el del medio".

Fantasía, que quería tanto a su hermana, se reía.  -ja, ja, ja.

Y cada tarde Fantasía contaba la misma adivinanza. -"Todos me quieren para descansar, si ya te lo he dicho, no pienses más".



Pesadilla fingía que no sabía la respuesta.

Así, cada día, las hermanas repetían el mismo chiste y adivinanza.

Un buen día decidieron que tenían que aprender nuevos chistes y adivinanzas.

Continuará...




sábado, 21 de septiembre de 2019

CIBERCUENTO: Fantasía y Pesadilla PARTE 1



El cielo estaba oscuro, era de noche y las dos hermanas estaban contando historias de miedo bajo infinitas estrellas.



Luego se fueron a dormir, y, como cada noche, Fantasía buscó a Pesadilla en sus sueños.


Continuará...

ANIMACIÓN A LA LECTOESCRITURA: CIBERCUENTO COOPERATIVO

Este blog nació como un diario donde expresar mis experiencias, varias, como madre de Clara. Clara tuvo un hermano, con quien todo lo que había aprendido con ella me ha hecho sentir muuuuy confortable y libre en su crianza.

Con ambos, y otras cosas, mis posibilidades de seguir publicando en este blog, muy a mi pesar, desaparecieron, hasta hoy.

Clara ha sido mi maestra, como madre y más, y he seguido regalándole mi tiempo, y hoy comparto este sitio con ella.

Ella ya es niña, y aparecen otros retos, para ella en su maduración y para mí como madre.

Hoy, juntas, retomamos este blog, con una iniciativa clara y viable.

Clara está inmersa en el aprendizaje de la lecto-escritura, y, juntas, hemos inventado un juego que aviva su deseo de leer y escribir.

El juego es sencillo, y lo que vamos a compartir en este blog es su resultado, una ciberhistoria cooperativa.

Cada día, Clara escribe un pequeño fragmento del cuento, mamoamimama otro que ella lee, y sobre el resultado juntas hacemos alguna ilustración.

Pero lo más divertido es que, una vez a la semana, publicaremos el resultado en una entrada de este blog.

Muchas gracias por leer esta entrada!!!!

Clara y mamoamimama

jueves, 26 de mayo de 2016

Como yo también tengo madre (y poco dinero), este fue mi regalo para ella:

Cuéntame otra vez el cuento 
de las manos gigantescas
que mecieron bien mis sueños 
espantando cocos viejos.

Dime otra vez la historia 
de la mirada continua
que ha recorrido mi vida
como aya y como guía.

Háblame, por favor, madre
de los besos en la frente 
consolando mis caídas
desde niña y para siempre.

Madre e hija, de Van Gogh

Dímelo como cantando,
como si fuera mi nana
para que así mis fantasmas 
no vuelvan cuando se vayan

Y si hay surcos en las manos,
en los ojos y en la frente
cantaré tu dulce nana
para hacerme más valiente.

jueves, 10 de marzo de 2016

Piedras mágicas, caminos desconocidos y nuevos olores en La Brizna con #LivingBookingExperience

Nos encanta hacer cosas con nuestra peque, pero a veces es difícil conciliar sus gustos con los nuestros. Como una gran peque, una de sus dedicaciones preferidas es el descubrimiento, por lo que disfruta enseñándonos cosas nuevas, esperando, lógicamente, que nos sorprendamos. Pero… no siempre es fácil sorprenderse. Así que hemos decidido que una de las mejores formas de adaptar los gustos de la peque a los nuestros es buscar el factor sorpresa y compartir con ella su ilusión por el descubrimiento. Y… que mejor forma de hacerlo que descubriendo lugares nuevos para todos, los papás y la peque, donde estaremos encantados de la experiencia del descubrimiento todos por igual. Claro está que, llegado el caso, la peque adquiriría un papel protagonista convirtiéndose en capitana de la expedición, ya que ella tiene mucha más experiencia reciente y conoce las técnicas más novedosas para la práctica del descubrimiento.

Eso sí, estamos convencidos de que para disfrutar de esta experiencia no es necesario, en absoluto, alejarse en exceso de casa. Así que ya estamos planeando nuestra próxima expedición. Lógicamente, elegimos los destinos en asamblea, y de nuestra última reunión familiar hemos sacado en claro que en nuestro nuevo queremos debemos encontrar: piedras misteriosas, caminos desconocidos y nuevos colores y olores. Introduciendo los ingredientes en la coctelera… ¡Hemos encontrado nuestro destino! ¡Nos vamos a Cañamero!, muy cerquita de Trujillo, Cáceres.


Podremos disfrutar de un paisaje diferente y de colores y olores de calidad; encontrar restos de civilizaciones legendarias, de pinturas misteriosas en las paredes casa (¿les habrá regañado mamá?); descubrir los pies de la aldea de unos seres mágicos que allí habitaron en los albores de nuestra civilización, y podremos descubrir si esas piedras, aun, guardan algún poder. Todo escondido y por descubrir en un entorno natural reconocido, entre montes y desfiladeros, y lagos en los que, ya os contaremos, tal vez podamos nadar (¡que sea que sí, que sea que sí!).


Y lo mejor de todo es que hemos encontrado el alojamiento perfecto para toda la familia, con olor a madera, ¡Justo en medio de todas estas cosas!. Con un poco de suerte nos podremos alojar en la Brizna http://www.booking.com/hotel/es/la-brizna.es.html, donde encontraremos toda la libertad que el entorno nos brinda, y donde, para sorpresa de todos, podremos disfrutar de otra de nuestras actividades favoritas, la equitación.